Los hábitos dietéticos son uno de los factores modificables que afectan  en la fertilidad.

Estudios científicos han demostrado que una ingesta elevada y habitual de carbohidratos refinados, como la bollería, los refrescos y los dulces, se relaciona con peores tasas de fertilidad. Los carbohidratos refinados tienen un alto índice glucémico, lo que causa un aumento rápido en los niveles de azúcar en la sangre pudiendo impactar negativamente en la ovulación, disminuir la calidad espermática así como afectar a  la implantación.

Por otro lado, el consumo de carbohidratos complejos, como las legumbres, las verduras y las frutas aportan fibra, vitaminas y minerales, que son esenciales para la salud reproductiva y  tienen un impacto positivo tanto en las tasas de implantación como en las de bebés nacidos vivos.

Con respecto a las grasas, es tan importante la cantidad que se toma como la calidad de las mismas. Las grasas trans, presentes en productos como bollería industrial, aperitivos salados y margarinas, se desaconsejan debido a sus efectos nocivos en el metabolismo y la concepción. Por otro lado, la ingesta de ácidos grasos Omega-3, presentes en alimentos como pescado azul, frutos secos y aceite de oliva, así como en suplementos de buena calidad, parece tener un impacto positivo en la calidad seminal, la calidad embrionaria y las tasas de implantación.

Los ácidos grasos esenciales en suplementos no solo equilibran tus hormonas, sino que también pueden ser clave para potenciar tu capacidad reproductiva. Desde la regulación hormonal hasta la calidad de los óvulos, el omega-3 juega un papel fundamental y cuando está bien prescrito por un profesional puede convertirse en una ayuda vital para los procesos de fertilidad en hombres y mujeres.

Además, es importante consumir fuentes de proteínas de alta calidad, como carne magra, pescado, nueces y legumbres, ya que juegan un papel crucial en la formación de hormonas y la salud reproductiva.

En cambio, el consumo excesivo de carnes procesadas como embutidos, salchichas y hamburguesas, está asociado a un mayor riesgo de infertilidad y complicaciones durante el embarazo. Estos alimentos suelen tener altos niveles de grasas saturadas, aditivos y conservantes, que pueden perjudicar la salud en general y la capacidad reproductiva.

Puntualizar que seguir patrones dietéticos restrictivos, como dietas muy bajas en calorías o eliminar grupos alimenticios completos, puede afectar negativamente la fertilidad.

En resumen, es importante seguir una dieta equilibrada con alta densidad nutricional para mantener un buen estado metabólico y favorecer la fertilidad.